El presidente dijo que se deben evaluar aquellos casos que estén en grupos de riesgo o pronto a cumplir sus penas.
En un clima de tensión en las cárceles del país con motines y enfrentamientos dentro de los establecimientos, el presidente Alberto Fernández avaló el beneficio de prisión domiciliaria para presos comunes que integren los grupos de riesgo de contagio de Covid-19.
«Las cárceles son un lugar de concentración humana muy riesgosa. El contagio y la contaminación pueden darse con muchísima facilidad», dijo y se mostró a favor de las «libertades restringidas» controlando a los detenidos con pulseras electrónicas.
«Intento que podamos controlarlo de manera racional, pero no es un problema solo de la Argentina», dijo en declaraciones radiales el Presidente y pidió «seriedad» a la oposición para tratar el tema luego de haber recibido críticas por apoyar las domiciliarias de los presos comunes, según informó Clarín.
Fernández recordó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ya había recomendado a los países que integran el Pacto de San José de Costa Rica atender la situación sanitaria en las cárceles frente al avance de la pandemia. «Recomienda desde detención domiciliaria hasta libertades restringidas, como pueden ser las pulseras para tener un control», indicó el jefe de Estado.
Es casi el mismo argumento que había sostenido el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, cuando pidió que le dieran domiciliaria a Jaime, detenido por la tragedia de Once, por sus supuestos problemas de salud.
EL presidente también recordó que la Cámara de Casación Penal recomendó que se otorgue prisión domiciliaria con monitoreo electrónico a los presos no violentos.
«Es un tema complicado porque además se mezcla con criterios de Justicia. Hay gente que está detenida, no tienen condena aún y están exponiéndose peligrosamente», concluyó el mandatario que mencionó el ejemplo de su par chileno, Sebastián Piñera, que indultó y liberó a 1300 presos.