El hombre, de 70 años, recibió el beneficio por la pandemia en Neuquén, pero no tenía pulsera ni tobillera electrónica que lo controlara. Tras la denuncia por contactarse con la víctima, la Justicia le revocó el beneficio y volvió a la cárcel.
Un hombre de 70 años condenado por abusar sexualmente de su nieta (que recientemente fue beneficiado con la prisión domiciliaria por la pandemia de coronavirus) se contactó telefónicamente con la víctima y quedó nuevamente detenido en una comisaría en la localidad de Cutral Có, en Neuquén.
El anciano fue condenado a 6 años por violar a su nieta en reiteradas oportunidades desde que ella tenía 7 años hasta que cumplió los once. Sin embargo, a mediados de abril pasado consiguió la prisión domiciliaria sin que se le instale una pulsera o tobillera electrónica para controlarlo.
Según informa La Mañana de Neuquén, el condenado pidió ese beneficio por considerar que no estaban dadas las condiciones sanitarias en la cárcel en la que se encontraba alojado y tras resaltar que por su avanzada edad y por integrar el grupo de riesgo: tiene hipertensión.
Si bien la defensa del abusador propuso que el detenido continuara con la pena en la casa su hija, el pedido fue rechazado por la jueza de garantías Laura Barbé. Pero tras presentar un recurso, el Tribunal Revisor decidió hacer lugar a la solicitud y enviar al agresor a su casa, sin colocarle siquiera una pulsera o tobillera electrónica para controlarlo.
Días después, el hombre no sólo violó la prisión domiciliaria en varias oportunidades y salió de su casa sino que además, el padre de la víctima denunció que el anciano también se contactó por teléfono dos veces con su nieta.
Ante estos nuevos datos, la Justicia revocó el beneficio y ordenó que el agresor sea nuevamente detenido y trasladado a una celda en la comisaría sexta de Plaza Huincul.
La defensa del hombre solicitó la revisión de la medida. En los próximos días se realizaría una audiencia para analizar la situación y determinar si la misma queda firme o puede revisarse nuevamente.