Facebook e Instagram son las plataformas más comunes para caer en una estafa virtual en compra y venta de productos y servicios. Todos los consejos para comprar y operar de forma segura.
Si bien las estafas digitales existen hace mucho tiempo, el inicio del confinamiento hizo que los delitos se incrementaran aún mas aprovechando que algunas compras o movimientos se podían hacer de diferentes plataformas y sin poder recurrir a un lugar físico para las compras y/o ventas de un producto o servicio.
Según el estudio “COVID-19 – CIBERPANDEMIA: la otra cara de la crisis sanitaria”, la industria del ciberdelito creció exponencialmente desde la llegada del coronavirus. En dicho informe, se registraron, al menos, un 70% más de ataques informáticos desde que se implementó el aislamiento y los afectados fueron tanto entes públicos como privados y personas de la sociedad civil que aún no cuentan con la preparación para afrontar digitalmente la nueva normalidad.
A nivel local, desde la Asociación Argentina de Lucha Contra el Cibercrimen (AALCC) indicaron que durante la cuarentena se observó un incremento de delitos como la extorsión online (20,42%), el phishing (16,53%) y el fraude (14,89 %).
“Aumentaron notablemente por dos razones, más gente en sus casas ante la computadora o el móvil, más necesidades, cierto grado de desesperación”, señaló el periodista especializado en tecnología Fabio Baccaglioni en diálogo con serajusticia.net.
Según el informe de la ciberpandemia, en América Latina y el Caribe los ciberataques tienen más de 130 modalidades que están relacionadas con “la nueva normalidad” y las necesidades que trajo. Entre ellas se destacan las compras on-line, aprovechando el incremento que tienen desde enero de 2020.
Facebook es la plataforma más utilizada para la ciberestafa porque “genera una falsa sensación de confianza en sus marketplaces y no hay forma alguna de rendición de cuentas”. “Pero también Instagram que se transformó en un espacio de oferta de productos y servicios de dudosa calidad”, aclaró Baccaglioni.
Los rubros donde más se percibe estos delitos son principalmente en compra y venta de productos y servicios. “Muchos aprovecharon los nuevos emprendimientos de cuarentena pero no lograron cumplir con las entregas, al mismo tiempo muchos aprovecharon el boom de las compras online para estafar clientes sabiendo que es prácticamente imposible realizar un reclamo. Un ejemplo es la venta de electrónicos y, especialmente, todo lo que sea un envío al interior o con cierto tiempo de espera por la entrega”, explicó el periodista.
* ¿De qué manera se puede advertir una estafa?
Baccaglioni precisó que hay “varios métodos”: “Usualmente los personajes que estafan quieren salir de los circuitos naturales de compra/venta/oferta por alguna razón que parece lógica pero que es personal. Por ejemplo, si alguien está queriendo comprar algo en Mercado Libre trata de salir de la plataforma para concretar la compra/venta y hacerla por fuera para pagar menos comisión’ o ‘para evitar impuestos’ y excusas similares. En el caso de los que ofrecen productos suele haber un precio demasiado ventajoso para el comprador y muy pocas referencias sobre quien lo vende. Suelo recomendar que sólo se compre algo de valor cuando el vendedor sea conocido”.
* ¿Cómo se puede denunciar?
“Depende mucho de las plataformas y los montos, lamentablemente es muy difícil conseguir que se haga justicia por montos realmente bajos ya que el costo judicial es más elevado que el estafado, por eso muchas de las estafas se mantienen en cifras que no ameritan una denuncia. En el caso de productos de mayor valor, sea desde obtención de créditos utilizando datos robados de alguien hasta venta de equipo informático de alto coste, tiene mucho más sentido judicializar. Si la operación se realizó dentro de una plataforma como Mercado Libre existen métodos internos, el vendedor no recibe el dinero hasta que el producto no esté verificado como entregado. Pero en las plataformas más informales esto es prácticamente imposible”, señaló el periodista.