Las pericias indicaron que Sebastián Villarreal sufrió una descompensación psicótica y que padece “trastorno psicótico crónico y retardado mental”. “Es peligroso para sí y para los demás”, determinaron los especialistas.
El agresor del estudio de danzas en Belgrano será trasladado internado en un neuropsiquiátrico, ya que las pericias indicaron que sufrió una descompensación psicótica y que padece “trastorno psicótico crónico y retardado mental”.
Así lo determinó el equipo interdisciplinario del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires tras hacerles los estudios. La orden, acatada por la Justicia, es de cumplimiento inmediato a raíz de la peligrosidad que el hombre de 30 años quien el martes agredió a cuchilladas a la profesora de danzas Julieta Antón y a su asistente Sofía Bovino. “Es peligroso para sí y para los demás”, determinaron los especialistas.
Las pericias indicaron que sufrió una descompensación psicótica y que padece “trastorno psicótico crónico y retardado mental”. Durante los exámenes, el agresor se mostró “angustiado” y en todo momento estuvo “lúcido y globalmente orientado”. En el informe, los peritos especificaron que se encontraba “con conciencia de situación y sin conciencia de enfermedad” y señalaron que colaboró activamente con los estudios y que sus pensamientos mantuvieron “un curso normal y contenido concreto”.
Mirá también: Cannabis medicinal: legalizan el autocultivo para uso medicinal y la venta de aceite en farmacias
Durante los exámenes, Villareal dijo que padece “alucinaciones auditivas de comando y visuales de las cuales ‘se defiende rezando, respirando y bailando’”. Además, indicó que tiene “delirios persecutorios” vinculados a una causa de abuso sexual que lleva contra un pai umbanda en La Plata.
También preguntó si podía “volver a casa y pedirle perdón a Juli”, una de las víctimas y que quiere “volver a tomar clases” con ella. Los exámenes psicológicos indicaron que el agresor atravesaba “fases de enamoramiento, desilusión y paraje al acto” focalizados en la profesora.
La imputación
El titular de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas 5 del Ministerio Público Fiscal (MPF) de la ciudad Miguel Kessler resolvió cambiar la imputación, ante la declaración de testigos que afirmaron que el acusado manifestó durante el ataque que iba a matar a las dos víctimas.
La nueva calificación es “tentativa de femicidio reiterado”, una pena que podría ser de entre 10 y 20 años de prisión.
La acusación que pesaba hasta el martes sobre Villarreal era la de “lesiones graves agravadas por ser la víctima una mujer, en contexto de violencia de género y en forma reiterada” (dos hechos), calificación que preveía una pena de tres a diez años de prisión.