El juez federal fue quien cerró la investigación contra el titular de la AFI, decisión confirmada luego en dos instancias superiores.
La denuncia de la Policía Federal brasileña sobre el presunto soborno recibido por el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, reavivó la discusión acerca de una causa que en Argentina lleva casi un año cerrada.
El juez federal Rodolfo Canicoba Corral consideró en su momento que los delitos que se le imputaban a Arribas habían sido cometidos en Brasil, por lo que que no podían juzgarse en Argentina. Además, como no era funcionario, el magistrado señaló que en el Código Penal no está tipificado el soborno a particulares.
«No debería abrirse una causa porque si se trata del mismo hecho, los argumentos en que en su momento yo fundé la resolución seguirían vigentes«, sentenció Canicoba Corral en declaraciones a La Red.
La decisión de Canicoba Corral fue respaldada luego por la Cámara Federal y por la Cámara de Casación.
«De acuerdo a lo que leí en los diarios, la nueva acusación es muy confusa. Pareciera que intervienen otras empresas, pero cuando uno analiza las cosas que se insinúan, pareciera que son las mismas personas, la misma imputación y los mismos montos«, señaló el juez.
Arribas descartó haber tenido relación con el operador Leonardo Meirelles, condenado por manejar los sobornos de Odebrecht y otras empresas brasileñas. Las transferencias cuestionadas fueron realizadas desde una cuenta en Hong Kong que fue usada en múltiples sobornos.
“Ante las versiones periodísticas que me vinculan a operaciones de lavado de dinero en Brasil, quiero expresar que no tuve ningún tipo de vinculación con los casos llamados ‘Lava Jato’ ni la recientemente mencionada ‘Operación Descartes’”, ratificó el jefe de la AFI en un comunicado.