El letrado sospecha que la clínica entregó un endoscopio distinto al que se utilizó en el examen que terminó con la vida de la periodista.
El abogado Diego Pirota, representante legal de la familia de Débora Pérez Volpin, presentó un pedido de medidas de prueba en las que carga contra la anestesista Nélida De La Puente, el gastroenterólogo Diego Bialolenkier y el sanatorio de La Trinidad.
Pirota sospecha que la clínica entregó un aparato distinto al que se usó en la endoscopia y también puso la lupa sobre la historia clínica y las modificaciones hechas en el reporte del procedimiento que terminó con la muerte de la periodista y legisladora porteña.
«Queremos conocer los nombres de todas las personas que trabajaron los días 5, 6 y 7 de febrero en la clínica y que tuvieron que ver con el tratamiento», explicó a Infobae el abogado de la familia Pérez Volpin.
El letrado puso el foco sobre el endoscopio utilizado en el procedimiento: «Es uno muy antiguo, que no se usa a hace muchos años, más en un sanatorio como La Trinidad que cuenta con equipos de otra tecnología. Diré algo burdo: el avance de la tecnología es terrible y vemos este equipo que tiene 20 o 30 años. En el mismo lugar tienen tecnología más actual en otro lugar del edificio y no en los quirófanos. Casualmente no graba, no saca fotos ni deja registro de las imágenes que se ven».
Pirota cree que la responsabilidad de la muerte de Pérez Volpin es «compartida» entre la anestesista y el gastroenterólogo, porque «el endoscopista mediante una situación imprudente coloca a Débora en una situación de crisis tal que hace necesaria la intervención de la anestesista que realizando un procedimiento que no debía realizarse provoca la muerte».
Por el momento la única causa que se cursa es la de responsabilidad penal. La familia de la periodista no ha presentado demanda económica alguna por el fallecimiento de la legisladora porteña.