El ex mandatario brasileño deberá entregarse este viernes antes de las 18.
El juez federal brasileño Sergio Moro ordenó la detención del ex presidente Lula Da Silva con una serie de condiciones relativas al cargo que ocupó, entre las que se encuentran una celda «VIP» separada del resto de los internos y la prohibición de esposarlo durante el traslado.
Moro le dio al ex jefe de Estado 24 horas para entregarse «en razón de la dignidad del cargo que ocupó». Lula quedará preso en una cárcel de Curitiba, el estado donde se cursó la acusación que terminó en una condena a 12 años de cárcel.
Sobre la celda, Moro indicó en la resolución: «Fue previamente preparada una sala reservada, una especie de Sala de Estado Mayor, en la propia Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba, para el inicio del cumplimiento de la pena, y en la cual el ex presidente estará separado de los demás presos, sin cualquier riesgo para su integridad moral o física».
De esta manera, el juez le evita a Lula ser trasladado a una cárcel común como el resto de los detenidos por la operación «Lava Jato», como se conoce en Brasil a la enorme trama de corrupción político-empresarial.