Silvia tenía 59 años y trabajaba como peluquera en su casa. Un inquilino y un vecino de la víctima fueron detenidos por el crimen.
La peluquera Silvia Pereyra de 59 años estaba chateando con su hija por Whatsapp cuando fue atacada. La conversación se detuvo de golpe. Como pasaba el tiempo y seguía sin responder, la joven fue a buscarla y la encontró dentro de su casa, sobre la calle Agustín Roca, entre Padre Doglia y Avellaneda. Había sido apuñalada al menos tres veces, en el pecho y en la espalda, y murió en el lugar.
Según informó TN, el primer detenido por el crimen fue un hombre de unos 60 años que había sido visto merodeando por la casa de la víctima, pero recuperó la libertad unas horas después por falta de pruebas. La investigación apuntó hacia un nuevo sospechoso este domingo a la tarde: un inquilino de la mujer asesinada.
Se trata de un paraguayo que ya está detenido por el femicidio. En su departamento la policía encontró una cuchilla con sangre, un celular y una notebook que pertenecían a Pereyra. Unas horas después, se produjo la segunda detención. Otro vecino de la víctima.