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Crimen de Lucas González: hoy declaran los padres del joven

Ambos lo harán como testigos ante los fiscales que llevan adelante la investigación del caso. Ayer, previo a la marcha masiva, declararon los 3 amigos que estuvieron con la víctima al momento del crimen y los policías detenidos.


Los padres de Lucas González, el joven futbolista de Barras Central asesinado por los efectivos de la Policía de la Ciudad en el barrio porteño de Barracas, fueron citados para declarar hoy como testigos ante los fiscales que llevan adelante la investigación del crimen.

La marcha de ayer con tanta convocatoria demuestra lo que era Lucas”, señaló Cintia López antes de salir a Tribunales.

A su vez, también se espera que los familiares de los tres adolescentes que sobrevivieron al ataque efectuado por tres policías de la Ciudad, presten declaración entre hoy y mañana.

Durante la jornada de este lunes, previo a la marcha a Tribunales a la que acudieron miles de personas en reclamo de justicia, los fiscales escucharon las declaraciones de los tres adolescentes que estuvieron con Lucas al momento del crimen, el miércoles último.

Más tarde, familiares y amigos de Lucas González, acompañados por miles de personas que portaban banderas argentinas, participaron de una manifestación en reclamo de Justicia.

Desde antes de las 19, cientos de personas se concentraron frente a los tribunales porteños para participar de la manifestación en reclamo de Justicia por el crimen de Lucas.

Declaración de los 3 jóvenes que viajaban con Lucas González

Los juveniles contradijeron la versión que dieron ante la Justicia los policías, hoy detenidos, Gabriel Issasi, Fabián López y José Nievas.

Ante los fiscales, los jóvenes aseguraron que antes de detener el vehículo porque los policías los interceptaron, no escucharon sirenas policiales, y coincidieron en que los efectivos no se identificaron como tales, al punto que ellos pensaron que se trataba de delincuentes que pretendían asaltarlos. Explicaron que por ese motivo arrancaron la marcha del vehículo en el que iban e inmediatamente fueron baleados por los policías.

La declaración de los policías

El oficial José Nievas, el oficial mayor Fabián López y el inspector Gabriel Alejandro Isassi no aceptaron preguntas y dos de ellos reconocieron haber disparado contra los jóvenes, aunque aún no está claro quién causó las heridas mortales.

Los agentes dijeron que dieron la “voz de alto” al vehículo en el que se desplazaban las víctimas, afirmaron que se sintieron amenazados porque suponían que podían tener armas o drogas, y dijeron que jamás imaginaron que se trataba de cuatro futbolistas.

Isassi, quien estaba a cargo de la brigada, explicó que estaban trabajando por orden de una fiscalía penal, contravencional y de faltas de la Ciudad de Buenos Aires e identificó el número de expediente, para su corroboración por parte del juzgado. También describió las maniobras del VW Suran en el que desplazaban los cuatro jóvenes como “sospechosas” y afirmó que pensó que podía tratarse de algo vinculado con drogas, aunque no explicó por qué.

Según su relato, en dos oportunidades hicieron sonar las sirenas y dieron la voz de alto, lo que fue desoído por Lucas y sus amigos, quienes emprendieron una maniobra de huida en la cual rozaron al rodado de la brigada.

Isassi, al igual que los otros dos imputados –quienes declararon posteriormente- no hizo mención a la supuesta arma que fue hallada en la parte posterior del vehículo y que apareció mencionada en una modulación en la que los policías dieron cuenta a sus superiores sobre los hechos.

La declaración de Nievas, que era quien manejaba el vehículo de la brigada, se inscribió en la misma descripción de Isassi pero, en su caso, reconoció haber disparado. Por su parte, López admitió haber disparado, aunque dijo haberlo hecho desde la parte posterior de la Suran porque escuchó detonaciones y supuso que sus compañeros estaban en peligro.

Además, contó que la orden de interceptar al rodado en el que viajaba Lucas González la dio Isassi.
Los tres pidieron ser alojados en una celda alejada del contacto con presos comunes porque desde que se presentaron detenidos sufren amenazas sobre golpizas, violaciones o incluso de muerte.