Se trata de Javier «Pipo» Marín, histórico directivo del fútbol de ascenso.
Ayer el mundo del fútbol se sacudió otra vez por la causa de los abusos de Independiente. Fuentes judiciales afirmaban que un alto directivo de AFA era uno de los abusadores de menores de la pensión del Rojo y lo único que se conocía era su apodo: «Ballena».
Quien levantó el guante por la acusación y el apodo es Javier «Pipo» Marín, vicepresidente de Acassuso y un histórico de la AFA que preside la Mesa Directiva de la Primera B Metropolitana. El dirigente negó toda vinculación con el hecho y se puso a disposición de la Justicia.
«Yo no tengo nada que ver con la causa y estoy a derecho porque soy absolutamente inocente. Por eso me pongo a disposición de la justicia para lo que ella disponga. Desconozco las razones por las que los medios me involucran con este tema tan delicado», indicó Marín en una entrevista exclusiva con Télam.
Marín, uno de los protegidos de Julio Grondona durante su extensa presidencia de AFA, reconoció que ha tenido contacto con algunos de los detenidos pero sólo por su función en la casa madre del fútbol argentino: «Fue raíz de mi actividad en el fútbol y es cierto que tengo una llamada con Martín Bustos, pero eso fue porque también soy el nexo entre la AFA y los árbitros. Por eso cuando pasó lo que pasó con Bustos lo llamé inmediatamente para decirle que me ponía a su disposición para lo que fuese necesario, pero después nunca más hablé con él».
«Por eso es que le voy a pedir a la fiscalía (el jefe de los fiscales que atiende este caso es el procurador Julio Conte Grand) que me permita declarar, y además le dejaré mi celular para lo que precisen», aclaró.
«Me están ensuciando, porque no se de dónde vienen estas informaciones, pero no quiero que se involucre a la AFA en este tema», concluyó el histórico directivo.