Vicente Luis Ferrer fue asesinado a golpes al salir de una sucursal de Coto luego de robar chocolate, queso y aceite. La acusación al empleado es por el delito de homicidio preterintencional.
El empleado del supermercado Coto que en agosto pasado mató un jubilado de 68 años que robó dos chocolates, un queso y una botella de aceite irá a juicio oral y público.
De esta manera, el juez de instrucción Darío Bonanno dio por terminada la investigación y envió a juicio oral a Ramón Cerafín Chávez, empleado de la sucursal San Telmo de Coto sobre la calle Brasil, acusado por el delito de homicidio preterintencional, informaron fuentes judiciales a Infobae.
Ahora, el Tribunal Oral Criminal N° 30 deberá fijar la fecha de juicio. El delito tiene una pena de uno a tres años de prisión.
El hecho ocurrió el 16 de agosto pasado cuando Vicente Luis Ferrer salió del supermercado sin pagar los productos. El empleado y un vigilador privado de Coto lo siguieron, lo detuvieron e intentaron que devuelva las cosas.
Según se ven en las cámaras de seguridad de la zona, se ve cómo Chávez redujo a Ferrer y lo arrojó al piso y le presionó la espalda con sus rodillas. El hombre se levantó, forcejearon. Posteriormente Ferrer se desvaneció, se le hicieron maniobras de RCP y fue trasladado al hospital Argerich donde murió.
La autopsia concluyó que la muerte fue por un traumatismo de cráneo con hemorragia que le provocó una “falla multiorgánica”.
Si bien el juez Bonnano que Chávez no tuvo la intención de matar, “en el afán de asegurar la detención de Ferrer (por los elementos que previamente había sustraído), ejerció sobre él un despliegue de violencia que causó de manera mediata su fallecimiento”. “Su accionar fue desproporcionado, considerando que la víctima era una persona de 68 años de edad y se encontraba en inferioridad física de acuerdo a su contextura”, agregó.
En la causa también estuvo imputado el vigilador privado Gabriel Alejandro de la Rosa que fue sobreseído porque solo detuvo a Ferrer y cuando la víctima fue golpeada no estaba ya que había ido a buscar a la policía.
se merece perpetua