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Joven violada en un comercio de Once: vuelven a indagar al acusado

A la espera de la declaración de Irineo Humberto Garzón Martínez se realizará una concentración en la sede de los Tribunales con el fin de exigir la detención del dueño del negocio “Garzón Uniformes”.

Irineo Garzón Martínez, acusado de drogar y violar a una joven de 18 años en su negocio de uniformes en Once será indagado nuevamente hoy vía zoom.

En paralelo, se realizará una concentración en la sede de los Tribunales con el fin de exigir la detención de Irineo Humberto Garzón Martínez, acusado de violar a una joven venezolana tras ofrecerle empleo en su negocio “Garzón Uniformes”.

La protesta se llevará a cabo a la misma hora a la que se espera se realice la primera audiencia de Garzón Martínez, por medio de una videollamada, y tiene como objetivo exigir a la jueza encargada del caso, Karina Zucconi, que cambie su medida y dicte la privativa de libertad contra el acusado.

El relato de la víctima

“Tengo tristeza en todo momento. Sólo digo: Dios mío, gracias que no me acuerdo de nada. No hubiera soportado recordar algo”, contó la joven en declaraciones televisivas.

La chica de 18 años, había ido el sábado a su primer día de trabajo. En el día de prueba, en un momento, Garzón Martínez cerró las persianas con candado y las puertas con llave y en ese momento, la chica le mandó un mensaje a su mamá diciéndole que tenía miedo porque vio que estaba cerrando todo. “En ningún momento se dio cuenta de que usé el celular. Se acercó hasta donde estaba, en la caja, y me ofreció vodka”, detalló.

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Ella le respondió que no tomaba alcohol y que, además, si lo hacía, tendría problemas con su madre. Minutos antes de que el hombre cerrara todo habían ingresado al comercio unas señoras. “Lo único que le dije es que iba a ver (de tomar) agua, pero que la iba a tomar de un filtro. Me levanté, las atendí (a las clientas), y cuando regresé tenía el agua allí. Hacía mucho calor. Estaba tan metida en el tema de hacerlo bien para quedar en el trabajo que no me percaté de que él ya me había servido el agua”, explicó.

Luego de tomar agua sintió que se le dormían las manos, lo que pudo hacer es llamar al último número al que se había comunicado. Su hermana contestó pero la chica ya no pudo hablar. Sintió que se dormía; que estaba mareada. Cuando despertó, Garzón Martínez ya estaba poniéndole el pantalón. “De allí me imagino que me volví a dormir. Desperté nuevamente y estaba con la Policía”, relató.