Se trata de un cañón que corresponde al arma que terminó con la vida del fiscal.
El fiscal Eduardo Taiano le pedirá a Gendarmería que el cañón perteneciente a la pistola que terminó con la vida de Alberto Nisman, encontrada durante el último allanamiento realizado en la casa del técnico informático Diego Lagomarsino.
El propio Lagomarsino confirmó que el cañón pertenece a la Bersa calibre 22. que le entregó a Nisman el día anterior a su muerte, producida exactamente hace tres años en la torre Le Parc de Puerto Madero.
Según Infobae, la Justicia ya sabe que de ese cañón no salió el disparo que mató al fiscal, pero intentarán confirmar o desmentir la versión que dio el técnico informático.
«Es otro caño de la misma arma, porque había un cañón largo y un cañón corto, ya que uno es de defensa y el otro es de tiro. No le llevé ese cañón a Nisman porque no tenía sentido; él me pidió un arma, no un cañón. Ese cañón quedó ahí, no sé para qué hubiera servido que se lo llevara. No recuerdo si en algún momento usé ese cañón y no sé cómo cambiarlos. Cuando a mí me dieron el arma, me la dieron completa con los dos cañones», explicó Lagomarsino.
Anteriormente declaró que el arma la encontró en 2002, ubicada en el galpón de sus suegros que viven en Colón, Entre Ríos. La pistola se encontraba junto a otras de diferentes calibres y se la quedó.