Era parte de la Red de Fiscales Antridroga Iberomericanos y colaboró con investigaciones en la Argentina.
La ola de crímenes por el narcotráfico en Rosario a hecho que la Asociación de Jueces y Juezas Federales (AJUFE) convoque a un encuentro en dicha ciudad para combatir la problemática que azotó a provincia.
Si embargo, las muertas por “ajustes de cuentas narcos” no solo afecta a nuestro país, sino que también es una problemática que se vive en Latinoamérica.
Es que la noticia del asesinato del fiscal paraguayo, Marcelo Pecci, durante su luna de miel en Colombia, dio vuelta al mundo e inquietó a sus colegas por las características mafiosas del homicidio y sus implicancias para la región.
Frente a este panorama, sus colegas estiman que se trató de un mensaje para todos los fiscales. “No se limita a su persona. Con esto nos están diciendo a todos: ‘No investiguen’”, indicaron y a la vez, demuestra que “las organizaciones tienen cada vez mayor alcance y que son cada vez más poderosas y peligrosas”.
El trabajo de Pecci en la Argentina
Pecci, fiscal contra el Crimen Organizado, Narcotráfico, Lavado de Dinero y Financiamiento del Terrorismo, colaboró con algunas investigaciones en nuestro país.
Por ejemplo, informó sobre incautaciones de droga en Paraguay que fueron aportadas a la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, que sentaron la base de las imputaciones contra Gustavo Sancho y sus tres hijos, en marzo de 2019.
Se trató de una megacausa por lavado de dinero del narcotráfico, por la que la ex de Alberto Nisman recibió amenazas de muerte. Sancho fue un histórico narco de San Martín, que operaba en las sombras bajo la fachada de empresario pujante, hasta que apareció envuelto en la trama del homicidio de Candela Sol Rodríguez.
Además, el fiscal asesinado también colaboró en la investigación que desbarató una banda que traficaba marihuana en el buque de combustible “Don Juan”, por la Hidrovía Paraguay- Paraná, en septiembre de 2019. En el caso intervino el juez federal de Morón Néstor Barral.