Los imputados, David Oscar Padilla, Maximiliano Décima y David Aranda, están acusados de atacar a una joven durante una fiesta y aprovechando las condiciones de vulnerabilidad de la mujer.
La Justicia de Tucumán dará a conocer el veredicto contra los tres acusados de una violación grupal en la localidad de Burruyacú de dicha provincial durante una fiesta clandestina en marzo del 2021.
Los imputados, Benjamín Padilla, David Aranda y Hugo Décima, son conocidos como “los hijos del poder” ya que Padilla es hijo de un exintendente de Burruyacú que actualmente es el director de Comunas Rurales del Gobierno tucumano, mientras que Aranda también viene de una familia con vínculos poderosos.
Los tres están acusados por abuso sexual con acceso carnal contra Andrea. La causa está a cargo de la jueza Isolina Apas Pérez De Nucci, y la fiscal Andrea Carlino quien exigió una pena de 13 años para los implicados.
El abogado, Gustavo Morales contó que la víctima “todavía está bajo el trauma de vivencia violenta de tipo sexual” y durante las audiencias donde estuvo presente asistida por una psicóloga del poder judicial. “Hoy será el dictado de sentencia y le darán la palabra a los acusados. La víctima va a hacer uso de la palabra con la psicóloga al lado”.
Según le detalló Morales, la querella pidió que sean condenados por “abuso sexual con acceso carnal en banda” con la pena de 13 años contra Padilla, Aranda y Décima.
Padilla ya tiene una condena penal anterior, cuando a fines de diciembre de 2019, la Cámara Penal de Sala 4 lo condenó a tres años de prisión por amenazas y lesiones a su expareja en un contexto de violencia de género.
Por su parte, Aranda tiene prohibida la entrada a todo espectáculo deportivo por los comportamientos violentos. Mientras que Décima, estuvo involucrado en otro hecho similar del que está siendo acusado, pero que no ha sido denunciado, detalló el letrado en diálogo con serajusticia.net.
El hecho
De acuerdo a la denuncia de la víctima, el ataque se produjo durante la madrugada del domingo 7 de marzo cuando uno de los acusados la invitó a salir y fueron a tomar una cervezas a un bar ubicado frente a la plaza principal de Burruyacu. Luego, decidieron irse a la casa de otro joven, donde se llevaba a cabo la fiesta clandestina.
La joven contó que estaba alcoholizada y decidió acostarse en una habitación porque se sentía mal y fue en ese preciso momento cuando el hombre con el que había ido a la fiesta entró y abusó de ella sin su consentimiento y luego hicieron lo mismo los otros dos hombres aprovechando su estado indefenso.