Se trata de Mario Negri, quien en Twitter pidió que salga de la administración pública el funcionario que ocultó 1,2 millones de dólares en Andorra.
El jefe del interbloque Cambiemos en la Cámara de Diputados, Mario Negri, pidió que el subsecretario de Gobierno Valentín Díaz Gilligan renuncie a su cargo por el escándalo de corrupción que lo involucra.
Diaz Guilligan, funcionario, debería pedir su separación del cargo, ir a la Justicia y aclarar su proceder. No es condena, la “vara”sobre la transparencia está puesta muy alta por parte de https://t.co/13zvgXu2kr hay que incomodar al gobierno,sino ayudarlo.
— Mario Raul Negri (@marioraulnegri) 18 de febrero de 2018
«No es condena, la ´vara´ sobre la transparencia está puesta muy alta por parte de Cambiemos. No hay que incomodar al Gobierno, sino ayudarlo», expresó el hombre clave en las negociaciones de la cámara baja, a través de su cuenta de Twitter.
Una investigación periodística de El País de España reveló que el subsecretario de Gobierno, Valentín Diaz Gilligan, ocultó 1,2 millones de dólares en una cuenta de la Banca Privada d´Andorra.
El funcionario apareció como representante y accionista de Line Action, una empresa británica que se dedicaba a la representación de jugadores y que era controlada a su vez por otra firma en Panamá, llamada Nashville North Inc. La cuenta se abrió en 2012 cuando Díaz Gilligan ya trabajaba para el Gobierno de la Ciudad, aunque su participación finalizó en 2014.
El subsecretario negó que el dinero fuera de él. Alegó que la suma millonaria pertenecía al conocido representante de jugadores uruguayo Francisco “Paco” Casal.
“Francisco Casal tenía problemas en su país y me pidió el favor. Tenía un juicio con el fisco que ganó y no podía figurar. Confiaba en él. La plata nunca fue mía. Además, yo no ejercía entonces cargo público. Era asesor y facturaba como autónomo”, explicó la semana pasada a El País.
El propio funcionario destacó que pidió que en 2014 lo sacaran de la sociedad porque “ya ocupaba un cargo político”. “Tenía una exposición pública, no quería estar en una sociedad donde no tenía ningún control. No había incompatibilidad, no era ilegal, pero era una actividad que, además, no me generaba ningún ingreso”, sostuvo.
Otro dato que complica a Díaz Gilligan es que en su declaración de 2014 ante la Oficina Anticorrupción no mencionó participación alguna en sociedades en el extranjero, a excepción de una firma, Terra Sur, de la cual era socio desde 2002 y en la que apenas había invertido $2800.