«No creo que él sea una persona que hubiera tenido la personalidad como para matarse, como para terminar con su vida”, sostuvo Sabrina Mateos, es prosecretaria de la Unidad Fiscal Amia.
Una secretaria que trabajó con el fiscal Alberto Nisman en la investigación de la causa AMIA, negó que su ex jefe fuera “una persona que hubiera tenido la personalidad como para matarse” al considerar que “era un tipo con mucha energía” y que “no se escondía frente a los problemas” sino que “trataba de afrontarlos”.
Se trata de Sabrina Mateos, prosecretaria de la Unidad Fiscal Amia donde trabaja hace casi trece años, por lo que pudo transitar de primera mano todas las aristas que tuvo la causa que investiga el atentado terrorista en la asociación israelí. Además, lo hizo junto a Nisman, en tanto que ahora también transita por la causa que trata de desenmarañar su muerte.
“Era muy reservado, no comentaba su vida personal”, detalló la abogada penalista sobre la personalidad de su jefe en una entrevista con el programa Involucrados, en el canal América. “Entraba en la fiscalía e inspiraba respeto”, agregó y puntualizó: “Era obsesivo, estaba en todos los detalles, no se le escapaba nada”.
Por otro lado, en referencia al procesamiento de Diego Lagomarsino aseguró que nunca vio realizar trabajos dentro de la Unidad Fiscal Amia y desmintió que Nisman haya recibido dinero por parte de sus empleados. Este dato, lo había denunciado el técnico informático en su declaración judicial.
En tanto, coincidió su relato con la versión de Federico Casal, uno de los abogados de las hijas del fiscal fallecido, afirmó en los últimos días que a Nisman AMIA “había que callarlo, por eso lo mataron”, al reivindicar el fallo del juez federal Julián Ercolini que calificó el caso de “homicidio simple”.
El 26 de diciembre último, el juez Julián Ercolini procesó a Lagomarsino como partícipe necesario del asesinato de Nisman. En esa oportunidad, determinó que el técnico informático prestó colaboración para el homicidio ejecutado por una o más personas, entre las 20 del sábado 17 de enero de 2015 y las 10 del domingo 18 de enero de 2015, según consta en el fallo judicial.
Para el magistrado, Lagomarsino se valió de su vínculo con Nisman, que “no era una simple conexión laboral y/o funcional”, para hacer ingresar a la que sería la escena del crimen, un ‘arma amiga’ que permitiera posteriormente una simulación de un suicidio”.