La ex diputada Margarita Stolbizer había denunciado que en Comodoro Rivadavia se realizaban compraventas de inmuebles y así lo confirmó el juez Sebastián Ramos.
Tras varias denuncias, entre ellas una de la ex diputada Margarita Stolbizer en la que pronunciaba que en Comodoro Rivadavia se realizaban compraventa de inmuebles “en escasos meses de diferencia con sobrevaloración exorbitante”, y recibir una gran cantidad de documentación proveniente de dicha ciudad de Chubut, el juez Sebastián Ramos corroboró que entre Cristóbal López y Lázaro Báez existía “una maniobra de lavado de activos”.
Se trata de la transacción de un terreno de 3.200 metros cuadrados en Comodoro Rivadavia identificado como “Lote 1 de la manzana 61 A”, que comercializaban entre ellos y que para la Justicia es “una clara maniobra de lavado”, según consigan Clarín.
“Se simuló una venta con precios exorbitantes para blanquear fondos, mientras ambos eran contratistas del Estado”, indicaron fuentes de la causa. El inmueble perteneció inicialmente a una firma de Báez dedicada a la venta de cubiertas y accesorios para vehículos, además de ventas de combustibles.
Luego, en marzo de 2014 tanto el empresario kirchnerista como su socio firmaron un acta para aprobar un acuerdo con la Municipalidad de Comodoro Rivadavia. Un mes después acuerdan ceder los derechos sobre el inmueble, argumentando que necesitaban fondos para “las actividades de la empresa”. Y en junio aparece López quien con la firma Inversora M&S SA compra el terreno por 1.000.000 de dólares.
El escribano que certificó la operación fue, una vez más, Ricardo Leandro Albornoz que se encuentra procesado con López y Báez por asociación ilícita y lavado de dinero en la causa Los Sauces SA.