La víctima se llama Camila Borda y apareció muerta en una casa que cuidaba un hombre de 40 años.
La localidad bonaerense de Junín se encuentra conmocionada por el asesinato de Camila Borda, una nena de 11 años que había desaparecido el domingo por la mañana y fuera encontrada muerta en el baño de una casa quinta.
El cuidador de la propiedad, llamado José Carlos Varela (40), fue detenido de manera inmediata. Mientras era trasladado por Gendarmería los vecinos empezaron a arrojar decenas de piedras y prendieron fuego un patrullero.
La fuerza de seguridad respondió con balas de goma y gases lacrimógenos. La madre de la menor y tres efectivos sufrieron heridas leves.
Camila había sido vista por última vez el domingo por la mañana y los padres ya habían denunciado su desaparición. Cuando encontraron el cuerpo, estaba con las manos atadas, la cabeza cubierta por una bolsa, un cable sobre el cuello y adentro de la bañadera.
Los investigadores no pudieron determinar si la menor fue abusada sexualmente pero adelantaron que la muerte se dio por estrangulamiento.