El ex rugbier es investigado por la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado.
Serafín Dengra se convirtió en el último tiempo en una referencia de las redes sociales a partir de sus particulares motivaciones, cargadas de frases repetidas hasta el cansancio como «never pony» y «pura sangre». Este miércoles, el nombre del ex rugbier surgió por otro motivo menos agradable: se descubrió que es investigado por formar parte de una asociación ilícita que tenía como objetivo la cancelación fraudulenta de sus deudas tributarias
La Justicia sospecha que Dengra utilizó su red de influencias en el mundo del rugby para captar clientes y ofrecer una gama de servicios, según explica el diario La Nación: facilitar la evasión con facturas truchas, retenciones falsas, declaraciones juradas anticipadas de importación (DJAI) también falsas y planes de pago «especiales» de deudas fiscales, manipulados a través del área de sistemas de la AFIP.
«Dengra tiene la desgracia de que la carátula lleve su nombre», aseguró al mismo diario el abogado del motivador, Mario Laporta. «Pero esta es su primera experiencia de este tipo [por una causa penal], en una investigación que es enorme», agregó.
«Sólo quise ayudar a unas personas, pensando que era de buena fe, para que pudieran obtener una moratoria, pero usaron mi nombre para armar lío», respondió el propio Dengra.
Los dos presuntos jefes de la banda, Miguel Ángel Lamparelli y Adrián Marcal Gago, se encuentran acorralados por la Justicia. Lamparelli está procesado con prisión preventiva y Marcal Gago se encuentra prófugo desde hace varios meses.