El historiador y periodista, autor de dos libros sobre la vida del Papa Francisco, analizó cuál es el futuro de la Iglesia tras el fallecimiento de la máxima autoridad eclesiástica. En este sentido, explicó que durante un primer período para la selección del un nuevo sumo pontífice se debe definir un perfil y luego se procede a la precisión de los candidatos.
“A mí me da la sensación de que se puede elegir un Papa progresista europeo, que pueda contener la ira, la furia y el descontento de los conservadores ¿Por qué? Porque no puede ser una Iglesia cismática”, explicó el autor de “Recen por mi” en diálogo con Lorena Maciel en Futuro Imperfecto por Radio con Vos.
Sobre cuáles son hoy los parámetros que hoy se tienen en cuenta en el cónclave, Llarraquy destacó la importancia de contener al sector más conservador de la Iglesia. “Tenés que incluir a esa minoría intensa conservadora. Entonces, hoy la muñeca de la decisión la tiene Pietro Parolin, que es el secretario de Estado y tiene muy abiertos los lazos diplomáticos con China”, puntualizó. Consultado si este cardenal podría ser el sucesor del Papa Francisco, lo consideró poco probable: “ Él manejó la diplomacia internacional al lado de Francisco, pero su problema es que es un funcionario de carrera y no tiene es carisma de llegada a los fieles”.
Larroquy destacó que hay un candidato que hoy tiene altas chances y es Matteo Maria Zuppi. “Ël es el presidente de la Confederación Episcopal Italiana, es progresista y entiende el legado de Francisco. Es un gran candidato”, sentenció.
